Para conocer un poco más este producto,  que se utiliza en cualquier tipo de comercio y que es totalmente imprescindible para su día a día, vamos a “tirarnos el rollo” y la primera clase teórica del Papel Térmico corre de nuestra cuenta:

El papel térmico, también conocido como «papel químico» o «rollo térmico» es un tipo especial de papel reactivo al calor, y que se imprime mediante el método de «impresión térmica directa». Esto significa que se imprime gracias al calor, sin tinta.

Un papel térmico tiene dos lados o caras, anverso y reverso. La cara anversa está recubierta por un revestimiento ligeramente brillante, mientras que el reverso es opaco. Cuando se aplica una fuente de calor por la parte inferior (la opaca), el anverso se oscurece justo donde hemos aplicado calor, de la misma forma que si se quemara.

Para comprobar cómo funcionan estas capas, es tan sencillo como acercar (nunca sin entrar en contacto) una llama de mechero por la parte trasera del papel. Veremos cómo la parte superior se tinta de negro automáticamente. Otra forma de comprobar si un papel es térmico es marcando la parte brillante (anverso) con una moneda, llave o incluso con la uña. De esta manera podemos ver si un papel es térmico o no.